sábado, 22 de octubre de 2011

FRANK ROSOLINO (Trombonista, Compositor y Cantante)

Frank Rosolino nació el 20 de agosto de 1926, Detroit, Michigan. Comenzó a tocar el trombón en su adolescencia. Tras el servicio militar durante la Segunda Guerra Mundial se desempeñó en grandes bandas, como las de Bob Chester y Glen Gris. Después de tocar en varias otras bandas de baile, Rosolino condujo por un breve tiempo su propio grupo, antes de incorporarse a la orquesta de Stan Kenton en 1952. Dos años más tarde dejó la banda y se estableció en California, donde divide su tiempo entre estudio y trabajo de jazz. Grabó con Dexter Gordon, Stan Levey, Conte Candoli . A mediados de los años 70 Rosolino volvió a trabajar con Candoli, visitando Europa, y también tocó varias veces con Benny Carter, quien fue uno de los mayores admiradores del trombonista. En los años 70, se desempeñó con Quincy Jones. Rosolino fue uno de los mejores ejecutantes del trombón de valvulas, y uno de los pocos profesionales que adaptó dicho instrumento plenamente al bebop. Su trabajo posterior puso de manifiesto que es un consumado músico ya sea en grandes bandas o grupos pequeños. También fue un muy buen compositor, cantante y comediante. La madre de sus dos hijos y tercera esposa de Rosolino, se había suicidado en febrero de 1972, encerrándose en el garage de su casa con el motor del auto encendido. Rosolino, murió el 26 de Noviembre de 1978 en Los Ángeles, California, en circunstancias muy trágicas, Rosolino disparó a sus dos pequeños hijos y luego a sí mismo. Sobrevivió uno de sus hijos, pero quedó ciego y con discapacidades graves, y el otro hijo murió junto con su padre. Las razones por las cuales actuó de esta forma nunca se conocieron. La Asociación Internacional de Trombón estableció su primer premio de trombón de jazz en la memoria de Frank, y él sigue siendo recordado como uno de los más grandes ejecutantes del trombón de jazz de todos los tiempos

13 comentarios:

Jazz dijo...

No conocía a este trombonista, es realmente muy bueno y he disfrutado de los videos.
Gracias por traerlo en esta entrada.
Saludos!

Hector Aguilera S. dijo...

Hola Jazz, rosolino fue un gran trombonista, también buen compositor, cantante y animador. Su vida tuvo un final dramático y terrible, al mismo tiempo incomprensible e inexplicable.
Saludos

Anónimo dijo...

Gran trombonista, con una gran técnica y un potente sonido. Lamentablemente su vida tuvo un final muy terrible.
Un saludo cordial,

Félix Amador dijo...

Qué pocos trombonistas llegan a líderes de bandas, y qué bueno Rosolino.

Hector Aguilera S. dijo...

Pablo, sin duda Rosolino fue un muy buen trombonista, ademas de compositor, cantante y animador.
Saludos

Hector Aguilera S. dijo...

Felix,tienes mucha razón la verdad es que son escasos los trombonistas que llegan a ser líderes de orquestas y conjuntos de jazz. Rosolino fue una de las excepciones.
Saludos

Anónimo dijo...

me ha gustadomucho este músico a quien no conocía. Muy buenos los temas que has subido.
Un abrazo

Esther dijo...

Rosolino es uno de los mejores sin duda.

Los vídeos magníficos. Me acompañan mientras trabajo.

Un gran beso, Héctor.

Hector Aguilera S. dijo...

Hola Lorna, me alegro te haya gustado. Este gran trombonista. Un cariñoso saludo.

Hector Aguilera S. dijo...

Querida Esther, como señalas, Rosolino fue uno de los mejores trombonistas de la musica de jazz.
Un abrazo y besos.

Alejandro Vera dijo...

Grandes obras musicales

Anónimo dijo...

hola. link exchange?
http://www.jazzpackages.net/

thx

Doctor Krapp dijo...

Es de esos nombres que siempre aparecen asociados a un momento y a un lugar. En su caso a la efervescente California de principios de los 50 y a eso tan heterogéneo que se ha llamado West Coast. El trombón de varas es un instrumento realmente complicado y se requiere mucha maestría para convertirlo en instrumento solista y hacerlo así de bien. Desconozco que clase de circunstancias personales le llevaron a cometer tan lamentable tragedia y prefiero no hacer especulaciones al respecto para no caer en esa fácil tentación de asociarlo a otras tragedias personales que ha habido dentro del mundo del jazz.